MENORCA POSEE UN ENCANTO ÚNICO

 

Menorca tiene más playas que sus islas vecinas Mallorca e Ibiza juntas.

Muchas de ellas, incluso en pleno verano, son relativamente tranquilas y poco concurridas. Contamos con largos arenales, con blancas y amplias playas y con pequeñas e íntimas calas. Muchas flanqueadas por dunas de arena, y verdes y fragantes pinares. Sus aguas cristalinas varían del color turquesa al verde esmeralda dependiendo de los fondos marinos.
Sus espectaculares paisajes de colinas ondulantes, muros de piedra seca, pueblos blancos y rústicos, serpenteantes callejuelas, paisajes volcánicos casi lunares, puertos pesqueros tradicionales, y un patrimonio arquitectónico excepcional, ofrecen una gran diversidad de localizaciones.
Los grandes cielos azules y la atmósfera impoluta proporcionan una óptima calidad de luz desde el amanecer hasta el atardecer.

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